El mar es símbolo de libertad y fuerza natural, de calma y tempestad. Desde la orilla, el mar es infinito, como el pensamiento y su deriva mental. En un tiempo,cada vez más desconectados de la vida salvaje, estas fotografías comparten la experiencia de sentir y amar el territorio a través de la contemplación, creando imágenes que conecten con la sensación de infinitud y permanencia. Esta serie surge ante la necesidad de divulgar y promover valores de respeto, conservación y sostenibilidad de nuestros mares y océanos a través de la reflexión profunda, contemplativa y emocional del territorio.